CIENCIA FICCIÓN
ARTÍCULO Nº 2
LA NUEVA OLA
Los
años transcurridos entre 1965 y 1972 son el período de mayor experimentación
literaria de la historia del género. En Reino Unido, se puede asociar con la
llegada de Michael
Moorcock a la
dirección de la revista New Worlds.
Moorcock, entonces un joven de 24 años, dio espacio a las nuevas técnicas
ejemplificadas en la literatura de William
Burroughs y J.G. Ballard.
Los temas empezaron a distanciarse de los tan manidos robots e imperios
galácticos de las edades de oro y plata de la ciencia ficción, centrándose en
temas hasta entonces inexplorados: la consciencia, los mundos interiores,
relativización de los valores morales, etcétera.
En
Estados Unidos, los ecos de los cambios experimentados en el panorama británico
tuvieron su reflejo. Autores como Samuel Ray
Delany, Judith Merril, Fritz Leiber, Roger Zelazny, Philip K.
Dick, Philip José Farmer y Robert
Silverberg, representan la esencia de las nuevas vías de este género
literario.
El Cyberpunk
En la
década de 1980 las cada vez más ubicuas computadoras y la aparición de las primeras redes
informáticas globales dispararon la imaginación de jóvenes autores, convencidos
de que tales prodigios producirían profundas transformaciones en la sociedad.
Este germen cristalizó principalmente a través del llamado movimiento cyberpunk,
un término que aglutinaba una visión pesimista y desencantada de un futuro
dominado por la tecnología y el capitalismo salvaje con un ideario «punk» rebelde y
subversivo, frecuentemente anarquista.
Una nueva generación de escritores surgió bajo esta etiqueta, encabezados por
los escritores William
Gibson y Bruce
Sterling.
Postcyberpunk
A
principios de la década de
1990 ocurrió un cambio
significativo en la literatura de ciencia ficción. Autores antes plenamente
cyberpunk o que nunca habían pertenecido a esa corriente, comenzaron a rechazar
explícitamente los clichés de dicho género, y de paso, a considerar a la
tecnología con una visión más positiva. Es notorio que esto ocurría casi al
mismo tiempo que se daba la acelerada introducción de las computadoras e Internet en la vida cotidiana. Conforme los
autores empezaron realmente a usar las computadoras y la red global, sus
opiniones y obras empezaron a cambiar y a rechazar la rebeldía y exaltación de
la marginalidad del cyberpunk.
En las
novelas post-cyperpunk, es mucho más frecuente que los protagonistas sean
integrantes respetables de sus comunidades: científicos, militares, policías e
incluso políticos. Aun en el caso de personajes más marginales, su interés
suele residir en mantener o mejorar el statu quo, no en destruirlo, tal y como era
lo típico en el cyberpunk; y cuando no lo hacen, suelen ser los antagonistas.
La
primera novela etiquetada como postcyberpunk es Snow Crash (1992) de Neal
Stephenson. Además de Stephenson, han sido etiquetados como
postcyberpunk autores tan dispares como Nancy Kress, Greg Egan, Tad Williams, Charles
Stross o Richard K.
Morgan.
Subgéneros
contemporáneos
En
épocas recientes, a la ciencia ficción se le han agregado varios subgéneros
cuyos nombres usan también el postfijo «punk». Esto por analogía con el
«cyberpunk», que es ciencia ficción centrada en la cibernética. Estos
subgéneros responden en ocasiones a impulsos estilísticos de los autores, o a
la demanda de los lectores y espectadores, pidiendo más obras con el mismo estilo
de ciertas obras originales. Entre estos subgéneros están:
·
El Steampunk,
o ciencia ficción centrada en la presencia anacrónica de ciertas tecnologías
avanzadas basadas en, o coexistiendo con el motor a vapor,
y situadas durante laRevolución industrial y la época victoriana.
·
El Biopunk,
donde la ficción se centra en el impacto de grandes avances de la biotecnología.
Pudiendo situarse tanto en el futuro, presente o en un pasado anacrónico.
Ejemplos de obras de este estilo son el filme Gattaca,
o el videojuego Bioshock.
·
El Retrofuturismo,
que retoma en tono serio o irónico, el entusiamo por el futuro y la imaginería
optimista de los años 30s, 40s y 50s del siglo XX,
ejemplos de este género serían obras como Sky Captain y el mundo del mañana.
La
ciencia ficción está ineludiblemente ligada a las revistas. La propia expresión ciencia ficción apareció en una de ellas. Probablemente,
la primera revista periódica con algunos cuentos de este género (todavía sin
nombre oficial) se podría considerar The Argosy 1896. No obstante, The Argosy no era una revista exclusivamente
dedicada a las historias fantásticas con contenido científico. Otra revista
temprana fue All Story, que comenzó a publicarse en 1911; en ella aparecieron
la mayoría de los cuentos de Edgar R. Burroughs de fantasía científica.
Sin
embargo, las dos revistas precursoras más famosas no llegarían hasta la década
de 1920; en 1923 empezó a publicarse Weird Tales (cuya versión española se llamó Narraciones Terroríficas), y 1926, año en el que Hugo
Gernsback acuñó el
término con el que definitivamente se conocería el género para la otra de las
dos «precursoras oficiales»: Amazing Stories . Amazing fue la primera de todas ellas en
dedicarse de forma exclusiva a la ficción de corte científico y tuvo una larga
trayectoria. Sus primeras historias eran principalmente reimpresiones de obras
de Poe, Wells y Verne; pero también se publicaron relatos inéditos de gente
como Burroughs y Merrit. Amazing se puede considerar como la revista
más influyente durante muchos años y un punto de referencia durante todo el
curso de su existencia. En 1980, tras su última etapa
bajo la edición de Kim Mohan, la revista dejó de publicarse
y, aunque varios editores han intentado resucitarla desde entonces, actualmente
se puede considerar fuera de circulación.
En 1930 surgió otra de las revistas clásicas
que todos los historiadores incluyen en su relación de publicaciones de la
«edad de oro»,Astounding Stories, la que más tarde sería
reeditada por John W.
Campbell como Astounding Science Fiction (1938) y que finalmente
derivaría en la actual Analog
Science Fiction and Fact (1960) y en la que
escribieron los grandes escritores del género de aquellos días, entre los que
se incluyen a Isaac Asimov, Robert A. Heinlein y Poul Anderson. Astounding/Analog (también conocida por sus siglasASF)
es considerada una revista de corte más «cientificista» que otras, siendo una
de las publicaciones esenciales desde sus inicios hasta el presente. En 1971, tras la muerte de
Campbell, Analog pasó a ser editada por Ben Bova,
también conocido por ser el valedor de Orson Scott Card y aquél que lo lanzó a
la fama. Desde 1978 la edita Stanley Schmidt.
En 1949 empezó a publicarse otra revista que
tiene en su haber la mayor serie de colaboraciones (en este caso ensayos
científicos) de Isaac Asimov, un total de 399 colaboraciones mensuales a lo
largo de 33 años. Se trata de The Magazine of Fantasy & Science
Fiction. Esta revista fue primeramente editada por Antony
Boucher, y su editor actual, Gordon van Gelder, mantiene una revista de gran calidad
literaria. En sus páginas se han publicado clásicos como Flores para Algernon de Daniel Keyes.
Otra
de las revistas que no podíamos dejar de mencionar es Galaxy (1950). Inicialmente
editada por Horace Leonard Gold tiene en su haber las mejores críticas
literarias gracias a la aceptación del público de un género que empezaba a
consagrarse fuera de los círculos del pulp.
Con ver la lista de autores que publicaron en su primer número podemos hacernos
una idea de su calidad y empuje: Clifford D. Simak, Theodore Sturgeon, Fritz
Leiber o Isaac Asimov.
Esta revista llegó a publicarse en Europa (en Francia y Alemania), tuvo cierto
éxito durante casi treinta años hasta que en 1980 dejó de publicarse. A principio de los años 1990 el hijo de su fundador retomó la
publicación de Galaxy,
pero finalmente la empresa terminó de forma infructuosa en 1995.
El
género está en alza. Todos los años aparecen nuevas revistas. Algunas intentan
aprovechar el tirón publicitario de un nombre conocido para entrar en un
mercado muy competitivo. Es, por ejemplo, el caso de Asimov's Science Fiction que empezó a publicarse en 1977 bajo la dirección del propio Isaac Asimov y con George H. Scithers como editor. Este hecho, no obstante,
no tiene porqué restar calidad a estas empresas y, por ejemplo, las historias
publicadas en Asimov's han sido galardonadas con frecuencia
con premios Hugo y Nébula.
También
en español,
llegaron a publicarse algunas revistas clásicas, como la anteriormente
mencionada Narraciones.
Aunque también hubo iniciativas puramente autóctonas. De ellas, la más conocida
comenzó su vida en 1968. Se trata de Nueva Dimensión (ND), fundada por Domingo
Santos, y estuvo en circulación hasta 1983, habiendo obtenido
durante esos años varios premios internacionales. Otra revista, esta mucho más
moderna, con cierto renombre es Gigamesh,
que empezó a publicarse en 1991; no obstante, nunca
ha llegado a tener la repercusión literaria de ND. Tras varios publicaciones
sin periodicidad alguna ha dejado también de publicarse. También la revista Galaxia, que bajo la dirección
de León Arsenal,
obtuvo en 2003 el premio a la mejor publicación de
literatura fantástica, concedido por la Sociedad Europea de Ciencia-ficción.
Como vemos, muchas revistas han sufrido una trayectoria muy irregular, con
sucesivas resucitaciones y desapariciones, hecho que ha impedido que lleguen a
ser conocidas de forma extensa. Volvió a aparecer durante un tiempo una de
estas últimas: Asimov Ciencia
Ficción (versión española de
su homónima estadounidense), pero cerró definitivamente al cabo de unos pocos
años. Ninguna de las importaciones de la célebre revista estadounidense en
España ha tenido éxito.
Ya en
los últimos años, ha aparecido el magazín online Scifiworld
Magazine que
dedicado principalmente al género fantástico en el medio audiovisual informa
cada mes de las novedades del género junto a interesantes artículos de diversa
índole. A partir de julio de 2006,
la revista pasa a formar parte de la cadena de televisión Sci Fi y pasa a llamarsescifi.es.
También
en 2006, la A.C. Xatafi comienza la publicación digital de la
revista Hélice: reflexiones críticas
sobre ficción especulativa. Desde entonces ha mantenido una regularidad
notable con un considerable éxito. Esta revista ha sido la primera en plantear
una dignificación del género en España mediante estudios y críticas de mayor
nivel, entre la difusión y el academicismo, con una consideración profesional
de la figura del crítico. Ganó el premio Ignotus de la AEFCFT a la mejor
revista publicada en 2007.
En
2008 también la A.C. Xatafi publica el primer número digital de Artifex, revista de cuentos de género
que recoge el relevo de la edición en papel. Su precursora, tras pasar por
varios formatos, se ha mantenido durante años como el referente para la
publicación de relatos de ciencia ficción en España.
2008
es también el año en el que aparece la versión impresa de Scifiworld Magazine,
independizados ya del canal SyFy, y que hasta el momento ha sobrepasado los 40
números convirtiéndose en la revista más longeva en España dedicada a la
ciencia ficción, la fantasía y el terror en la cultura y el entretenimiento.
En el cine
En el
cine hubo y hay grandes valedores del género de la ciencia ficción. Bien
mediante la adaptación de cuentos y novelas, bien mediante la producción de
películas con guiones especialmente creados para la gran y la pequeña pantalla.
El cine de ciencia ficción se ha utilizado en ocasiones para comentarios
críticos de aspectos políticos o sociales, y la exploración de cuestiones
filosóficas como la definición de ser humano.
El
género ha existido desde los comienzos del cine mudo,
cuando el Le Voyage dans la Lune (1902) de Georges Méliès asombró a su audiencia con sus efectos
fotográficos. Desde la década de 1930 hasta la de 1950, el género consistía
principalmente en películas de serie B de bajo presupuesto. Tras el hito de Stanley
Kubrick de 2001: A Space Odyssey de 1968, el cine de ciencia ficción
fue tomado más en serio. A finales de la década de 1970, películas de
presupuesto alto con efectos especiales se convirtieron en populares entre la
audiencia. Películas como Star Wars o Close Encounters of the Third Kind allanaron el camino de éxitos de
ventas en las siguientes décadas como Alien, el Octavo Pasajero (1979), E. T.: El extraterrestre (1982), Blade Runner (1982) y Men in Black (1997).
En la televisión
La
ciencia ficción apareció primeramente en televisión durante la época de oro de la ciencia
ficción, primero en Gran Bretaña y después en los Estados
Unidos. Los efectos especiales y otras técnicas de producción
permiten que los creadores presenten una imagen viviente de un mundo imaginario
que no se limita a la realidad; esto hace de la televisión un medio excelente
para la ciencia ficción, que a su vez contribuye a su popularidad de esta
forma.
Debido
a su modo de presentación visual, la televisión emplea mucha menos exposición
que los libros para explicar los apuntalamientos de la puesta de ficción. Como
resultado, la definición y los límites del género son observados de una forma
menos estricta que en los medios impresos. Como el costo de crear un programa
de televisión es relativamente alto en comparación con el costo de escribir e
imprimir libros, los programas de televisión están obligados a atraer a una
audiencia mucho mayor que la ficción impresa. Algunos escritores y lectores
creen que un efecto de mínimo común denominador le resta calidad de la ciencia
ficción en televisión, en relación con los libros.
Al
debilitarse los límites del género, los guionistas y espectadores deben
utilizar estándares más inclusivos que los autores y lectores, de tal modo que
en muchos contextos se considera que la categoría de ciencia ficción en
televisión incluye a todos los géneros especulativos, entre ellos el de
fantasía y el de terror. En Reino Unido,
a este grupo se le llama «telefantasía».
Los
ejemplos más famosos y duraderos sobre trabajos en este campo son Doctor Who, Star Trek, Galactica y Stargate,
aunque muchas otras series han atraído audiencias grandes y pequeñas durante
décadas.
En la historieta
La
historieta o cómic de ciencia ficción constituye uno de los géneros más
importantes en los que puede dividirse la producción historietística. Los años 70 y 80 fue el
momento de mayor auge de la ciencia ficción en este medio, que popularizó el
género entre millones de lectores. Las historietas ofrecieron las escenas más
acertadas de la navegación interestelar, de los alunizajes,
de las bombas
atómicas o de las
sociedades hiperindustrializadas.
La
ciencia ficción también está presente en numerosos videojuegos y juegos de rol.
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